Bruselas piensa que las placas solares deben utilizarse “en zonas al aire libre utilizadas en sistemas de producción campera de huevos”.
El catecismo de la UE en materia ultraecologista avanza. Y ahora va a por los huevos, eso sí, ecológicos y hasta solares. Uno de los puntos en materia de dogma y Agenda 2030 incluidos por la Comisión Europea en una reciente comunicación incluye los “huevos”. Y señala: “Los paneles solares podrán utilizarse ahora en zonas al aire libre utilizadas en sistemas de producción campera de huevos”. No de cualquier huevo, no: de los camperos, los más caros. Pero, además, a la UE le parecen mejores los huevos si se logran con “un mayor suministro de energía procedente de fuentes renovables”. Y, para garantizar todo el proceso, “el marcado de los huevos también se realizará directamente en la explotación, lo que mejorará la trazabilidad”. Bienvenidos a la era de los huevos solares.
La Comisión Europea acaba de proponer “que se revisen las normas de comercialización vigentes aplicables a varios productos agroalimentarios, por ejemplo, frutas y hortalizas, zumos y confituras de frutas, miel, aves de corral y huevos”. Las revisiones propuestas, según la UE, “deberían ayudar a los consumidores a optar con mayor conocimiento de causa por una dieta más sana y contribuir a evitar el desperdicio de alimentos”. Aunque lo cierto es que las propuestas parecen tener una consecuencia directa: aumento de los costes, mayores precios, por lo tanto, y, como resultado final, más inaccesibles para los consumidores.
La Comisión ha presentado, entre otras, las propuestas siguientes: “Etiquetado del origen: normas de etiquetado del origen más claras y obligatorias para la miel, los frutos de cáscara y los frutos secos, los plátanos maduros, y las frutas y hortalizas acondicionadas, transformadas y cortadas (por ejemplos, las hojas de ensalada envasadas)”. El país, o los países de origen, “en el caso de mezclas, deberán figurar en la etiqueta”. Porque “la inclusión de los países de origen aumentará la transparencia para los consumidores. También debería servir para promover la producción de estas mercancías en la UE”, dice Bruselas.
La Comisión no se olvida de los huevos y otros productos: “Las propuestas relativas a las frutas y hortalizas frescas, los huevos y las aves de corral se refieren a actos delegados y de ejecución. Los textos podrán ser objeto de observaciones del público durante un mes. Posteriormente, los actos delegados se adoptarán y enviarán al Parlamento Europeo y al Consejo por un período de control de dos meses. La Comisión los publicará al final de este procedimiento”. Mientras que las propuestas relativas “a las confituras, zumos de frutas y miel se incluyen en las directivas, que seguirán el proceso colegislativo ordinario del Parlamento Europeo y del Consejo antes de su publicación y entrada en vigor”.
En el caso de los huevos, el objetivo es lograr una combinación de alimento ecológico y uso de energía verde en su producción. Por ello, se ha pensado en granjas de ponedoras con “paneles solares”, porque “podrán utilizarse ahora en zonas al aire libre utilizadas en sistemas de producción campera de huevos. Esto estimulará un mayor suministro de energía procedente de fuentes renovables”.
Y no son los únicos productos afectados: “Paralelamente, la Comisión va a enviar un informe al Parlamento Europeo y al Consejo con vistas a la adopción, en un futuro próximo, de nuevas normas de comercialización para la sidra y la perada –una bebida alcohólica de color ámbar similar a la sidra, obtenida de la fermentación del jugo de pera–, y sobre el etiquetado del origen de las legumbres. En la actualidad no se aplica a estos productos ninguna norma de comercialización del Reglamento sobre la organización común de mercados.
Fuente: Libre mercado