Rabobank destaca en su último informe global de sobre el sector porcino, correspondiente al cuarto trimestre del año, que, aunque los productores de cerdo han logrado estabilizar sus beneficios, la industria no planea aumentar su producción de forma significativa. Las incertidumbres comerciales, sanitarias y de consumo, junto con los recientes cambios políticos y regulatorios, influyen en las decisiones de los productores para no apresurarse en aumentar sus operaciones.
Prudencia ante las incertidumbres sanitarias y regulatorias
A pesar de una ralentización en la contracción de las cabañas porcinas, los productores están siendo cautelosos a la hora de reponer el ganado, señalan desde Rabobank.
Las enfermedades en Europa, Corea del Sur y el Sudeste Asiático han afectado el crecimiento de la producción, así como los problemas de sacrificio en Estados Unidos y las restricciones regulatorias en la Unión Europea. Además, la demanda de los consumidores es otro factor que modera las expectativas de crecimiento en el sector porcino.
Impacto de los cambios políticos y el comercio regional
El escenario político también introduce nuevos retos, apuntan desde Rabobank. Los cambios de administración en México y Japón, junto con la reciente elección de Donald Trump como presidente de EE. UU., podrían endurecer el entorno comercial para el sector porcino en 2025, advierten.
Asimismo, el caso de antidumping de China contra la Unión Europea ilustra la necesidad de una mayor agilidad ante posibles acciones comerciales recíprocas. A esto se suman problemas logísticos causados por factores laborales y climáticos, que subrayan la importancia de diversificar mercados y fomentar la demanda interna, indican los analistas de Rabobank.
Costes de alimentación: una ventaja desigual
En 2024, los inventarios globales de piensos han alcanzado sus mejores niveles en años, lo que ha permitido reducir los costes de alimentación en muchas regiones, constatan. Sin embargo, esta ventaja no se distribuye de manera uniforme, afirman.
Mientras que la bajada en los precios del maíz y la soja ha beneficiado a algunas zonas, la escasez de trigo mantiene altos los costes en otras. En determinadas áreas, esta reducción de costes ha incentivado un aumento en el peso de los animales. No obstante, las condiciones de sequía en Sudamérica y Asia recuerdan que el coste de la alimentación sigue variando considerablemente según la región.
Los clientes de Rabobank, pueden acceder al informe completo desde este enlace.
Font: Revista Cárnica