El sector porcino actual está compuesto por una ganadería moderna y una industria tecnológicamente muy avanzada. “Eso nos ha permitido lograr en los últimos años importantes avances en reducción de emisiones y producción sostenible, como rebajar nuestra huella de carbono casi un 40% por kilo de carne producido; los purines un 50%; y la huella hídrica un 30% por kilo de carne producido”, ha señalado el director de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), Alberto Herranz.

Herranz ha realizado estas declaraciones, con motivo del Día Mundial contra el cambio climático, destacando que “si se mide el impacto ambiental atendiendo a parámetros como territorio gestionado, mejora de variables medioambientales, inversión en I+D aplicada a la sostenibilidad y vertebración del territorio, el porcino es, sin ninguna duda, un sector líder en la lucha contra el cambio climático”.

El director de Interporc ha puesto también el foco en que “el sector porcino solo genera el 2,64% de las emisiones GEIs de España. Ese es el dato real que figura en el Inventario de Emisiones GEI del MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), muy inferior al de otros sectores como el Transporte (27%), la Industria (19%) o la Electricidad (17%)”.

Alberto Herranz ha destacado que en la lucha contra el cambio climático están implicados todos los profesionales del porcino y lo demuestra el hecho de que año a año se reduzcan estas cifras: “solo en el último año se han reducido un 4,11% las emisiones GEI por cada kilo de carne producido, cifras todas ellas que no dejan de reducirse progresivamente en el marco del objetivo que se ha marcado el sector porcino de alcanzar un impacto climático neutro en 2050 en consonancia con lo establecido en el Pacto Verde Europeo”.

Un sector que vive de la naturaleza

Herranz ha resaltado que “somos los primeros interesados en una buena gestión y en el cuidado de la naturaleza porque buena parte de nuestra actividad se desarrolla en entornos abiertos y naturales”. Esa ubicación está llevando a muchas empresas porcinas a realizar importantes inversiones que están convirtiendo a este sector en un ejemplo de economía circular. Así, cada vez hay más granjas que utilizan energías renovables como térmica solar o fotovoltaica.

Otras se autoabastecen mediante biodigestión de purines por cogeneración. De este modo reducen su impacto ambiental al generar menos metano y CO2, además de distribuir, en algunos casos los excedentes de la energía eléctrica que generan. Y no hay que olvidar que el uso más importante de los purines es su conversión en abono orgánico, más eficaces y naturales que los químicos.

El sector porcino está muy concienciado en la lucha contra el cambio climático y ha logrado importantes avances. “Somos muy conscientes de la emergencia climática que vivimos, y por eso todas las inversiones para modernizar diferentes eslabones de la cadena van encaminadas a seguir mejorando en sostenibilidad. Pero no nos conformamos, también interactuamos con organismos internacionales para contribuir a la sostenibilidad mundial”, ha destacado el director de Interporc, que recuerda que esta entidad forma parte de la Red Española del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. En ese marco, ya trabaja de forma activa en 14 de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con una estrategia propia sostenibilidad en toda la cadena de valor.

Entre otras acciones, organiza Diálogos Independientes con expertos cuyos resultados traslada a la ONU para que otros se beneficien de este trabajo y de la experiencia del sector en España. Por todo ello, el director de la Interprofesional ha concluido destacando que “somos una industria moderna que forma parte de la solución en la lucha contra el cambio climático”.

Font: FinancialFoods