El lanzamiento de esta revista me brinda la oportunidad de hablar de un sector de gran relevancia en la economía agroalimentaria de España. Felicito al grupo Interempresas por esta nueva publicación y su apuesta por la divulgación de conocimientos e información de una actividad ganadera estratégica y diversa.
El sector vacuno tanto de carne como de leche es, desde un punto de vista social, un generador de bienes públicos y empleo en el medio rural. Con una fuerte perspectiva medioambiental, es una actividad decisiva por su papel en la conservación de los ecosistemas y en el mantenimiento de la biodiversidad.
En la actualidad, su modelo europeo de producción es de los más exigentes del mundo y ofrece importantes oportunidades en los mercados.
En España no se puede hablar de un modelo homogéneo ni para el vacuno de carne ni el de leche. La dimensión de las granjas sigue siendo muy variada, con una clara tendencia al redimensionamiento y la eficiencia productiva. La orografía, la localización y la especialización de la actividad marcan su diversidad.
A pesar de ser tradicional y muy ligado a zonas rurales, es una actividad que ha demostrado su capacidad de adaptación, su marcado carácter innovador y su compromiso con la sociedad a lo largo del tiempo.
Este compromiso ha quedado sobradamente demostrado en situaciones tremendamente complejas como la pandemia, que hizo peligrar el abastecimiento alimentario, o la guerra en Ucrania, que se tradujo en un importante aumento de los costes de producción, sobre todo de las materias primas para alimentación animal.
Esta coyuntura hizo que el Gobierno adoptara un importante paquete legislativo para apoyar al sector, con más de 200 millones de euros para el vacuno de leche y de carne.
En el futuro tendrá que superar nuevos desafíos y dar respuesta a los compromisos adquiridos con el Pacto Verde Europeo. Deberá avanzar hacia la sostenibilidad de las producciones, impulsando el respeto por el medioambiente y el bienestar animal, y adaptarse a los nuevos retos sanitarios como la disminución del uso de antimicrobianos para luchar contra las resistencias a los antibióticos. Y todo ello, en un contexto de dependencia externa de las materias primas para la alimentación animal y de un cambio en los hábitos de consumo de carne interno, que hace cada vez más necesaria la búsqueda de nuevos mercados exteriores.
Todo el esfuerzo normativo y presupuestario del ministerio buscan acompañar y apoyar al sector en estos nuevos desafíos.
Estamos plenamente comprometidos con el sector vacuno, trabajando de la mano, para hacer frente a los retos presentes y futuros, para garantizar su rentabilidad y sostenibilidad, por ser elemento esencial de nuestras zonas rurales, generador de riqueza y bienestar.
Font: Interempresas