El Pleno del Senado ha aprobado la Ley de Bienestar Animal y la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal

El pasado mes de febrero, la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales y la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal fueron aprobadas en el Pleno del Congreso de los Diputados y pasaron al Senado.

Esto se consiguió tras una accidentada tramitación provocada por una división en el Gobierno de coalición del PSOE y Podemos. Y es que los socialistas abogaban por excluir a los perros de caza, en contra de la posición de los morados. A tal punto llegó el desacuerdo, que incluso se llegó a temer que no saliera adelante.

Finalmente, tras un cambio de última hora por parte de algunos socios de Gobierno, como Esquerra Republicana y Bildu, la norma se aprobó, pero el conflicto se ha seguido arrastrando, aunque no ha impedido que la ley haya llegado al Pleno del Senado sin cambios y superando varios vetos en Comisión la pasada semana.

Estos vetos se han vuelto a defender en el Pleno y han sido de nuevo rechazados, aunque en el caso de los presentados por PNV y PP, ha sido por la mínima —un solo voto—, ya que algunos partidos del ala izquierda los han apoyado, al no ver respaldadas sus enmiendas. Eso sí, como se han aprobado enmiendas, la norma tendrá que volver al Congreso de los Diputados para su aprobación final.

Uno de los vetos ha sido defendido por Yolanda Merelo, de Vox, que ha considerado que la norma está demasiado influenciada por el “animalismo”, y ha afirmado que la propia filosofía de la ley, que defiende los derechos de los animales, está mal planteada, pues los animales no pueden tener derechos si no se les puede imponer obligaciones.

Esto no va de ciencia, sino de creencias”, ha insistido y ha recordado que el bienestar animal es una disciplina científica de algunos profesionales, como los veterinarios, que, ha apuntado, llegaron incluso a pedir que se frenara la tramitación de urgencia.

Por su parte, Alberto Prudencio Catalán, de Unión del Pueblo Navarro, ha coincidido en que no se ha contado con los expertos, y ha afirmado que la norma es un ataque al medio rural y establece numerosas limitaciones y obstáculos.

Pedro Manuel Rollán, del Partido Popular, ha coincidido con algunas de las quejas que se han trasladado en la cámara, y ha asegurado que “España no es un país de maltratadores de animales” y la ley criminaliza a los propietarios.

Eso sí, celebra que podría haber sido incluso más restrictiva, pero finalmente algunas enmiendas han permitido que, por ejemplo, se pueda trabajar adecuadamente con perros. En definitiva, se ha conseguido “salvar” a algunos animales de esta norma, cuando, si hubiera estado bien enfocada, se habría celebrado que todos los animales estuvieran incluidos.

Por último, la senadora del PNV Nerea Ahedo ha vuelto insistir en que la ley de bienestar animal es una intromisión a las competencias de las comunidades y tiene un carácter centralizador y reglamentista, y muy lejos del carácter básico que debería de tener una ley estatal armonizadora.

Amaro Huelva, del Partido Socialista, ha criticado estos vetos, a excepción de el que ha presentado el PNV, considerando que pecan de “resentimiento hacia todo aquello que pueda suponer avances en los derechos”, y ha manifestado que no perjudica al medio rural.

OTRA TRAMITACIÓN DE URGENCIA

En general, en sus turnos de palabra, la mayor parte de los senadores ha coincidido en que unas normas tan complejas no se han abordado adecuadamente, pues no se ha contado con los expertos, no han buscado el consenso y adolecen de numerosos problemas técnicos, especialmente la reforma del Código Penal.

También, han lamentado que la tramitación en el Senado ha vuelto a ser apresurada y fallida. De hecho, le han echado en cara al Gobierno que en la Comisión de la pasada semana se aprobó un texto sin cambios, sin aprobar ninguna enmienda, porque les prometieron que estas se negociarían antes de llegar a Pleno, pero finalmente no ha sido así.

En esta línea, Miguel Sánchez, de Ciudadanos, ha afirmado que la norma cuenta con problemas que la harán ineficaz en la práctica, como la invasión competencial y la falta de un presupuesto propio para aplicarse. De hecho, ha afirmado que las propias asociaciones de bienestar animal han pedido parar la ley.

Pablo Gómez, de Más Madrid, ha coincidido en que numerosas asociaciones de bienestar animal están en contra de estas normas, y que, aunque el objetivo era proteger a los animales, finalmente, por la falta de consenso y las prisas, ha sido un “fracaso” y una “decepción”.

Asimismo, ha aprovechado para volver a pedir que se incluya a los perros de caza en la norma, penar adecuadamente el abuso sexual a animales y que las penas por maltrato no se puedan cambiar por multas.

Carles Mulet, de Compromís, se ha mostrado de acuerdo en esta sensación de fracaso, y ha lamentado que querían una norma para defender a los animales, pero que el texto actual “no tiene ni pies ni cabeza”. “Ley sí, pero no así”, ha afirmado, y ha criticado que deje muchos animales desprotegidos.

Durante su intervención, el senador ha sido especialmente duro con la reforma relativa a los abusos sexuales en el Código Penal, que ahora requerirán lesiones. “No se puede hacer peor”, ha afirmado.

Por su parte, Fabian Chinea, de la Agrupación Socialista Gomera, ha remarcado que la norma no ha contado con los científicos y puede ser un peligro para la biodiversidad en las Islas Canarias y la protección en la norma de gatos o hurones puede dificultar la gestión de poblaciones y la protección de especies en peligro.

FALTA DE VOLUNTAD DE NEGOCIACIÓN

María Teresa Rivero, de Junts, ha insistido en la falta de voluntad de negociar por parte del PSOE y Podemos y ha señalado que aprobando enmiendas “nucleares”, como las que han presentado, puede mejorarse el texto. “Podemos arreglarlo”, ha asegurado, y ha defendido que, si no se consigue, mejorar el texto en el Senado lo mejor es devolverlo al Congreso. “Han conseguido que no le guste a nadie”, ha manifestado.

Además, Adelina Escandell, de Esquerra Republicana, ha sido otra de las senadoras que ha lamentado que la tramitación sea de urgencia, y ha recordado que, tal y como está el texto, los perros de caza y de trabajo no están incluidos. Esquerra sido otro de los grupos parlamentarios que ha pedido que no se cambien las penas por multas y se castigue todo tipo de actos sexuales con animales.

Bienvenido Arriba, del Partido Popular, ha calificado el recorrido legislativo de las normas de un “embrollo”, y ha apuntado que la ley ha suscitado consenso, pero en su contra, con momentos en los que el Partido Socialista se llegó a enmendar “a sí mismo” y con unos vetos que a punto estuvieron de tumbarla en Comisión.

Por parte del Partido Socialista, José María Oleaga, ha admitido que todo lo que ha rodeado a esta ley “ha sido difícil” y ha pedido “respeto” a los expertos que han participado en su redacción.

Dicho esto, se ha mostrado en desacuerdo con el tono de muchas intervenciones de partidos, incluidos los de izquierda, y ha criticado que voten a favor de vetos “de la derecha” y que hayan cambiado la posición que mantuvieron en el Congreso.

Por último, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha intervenido para dar cierre al debate en el Pleno del Senado, asegurando que estas normas son “imprescindibles” para acabar con la impunidad en el maltrato y abandono de animales. De esta manera, ha recordado se ampliará el maltrato animal a todos los animales vertebrados y se impondrá el sacrificio cero de animales de compañía.

En este punto, como ya hizo en el Congreso, se ha disculpado, y ha admitido que la ley no ha llegado tan lejos como querían llegar y no protege a todos los animales. “El trabajo no termina aquí”, ha señalado, y ha llamado a seguir trabajando para tener el apoyo suficiente para incluir los perros de caza en la norma. “Quien se opone a esta ley se está poniendo de parte de los maltratadores de animales”, ha concluido.

Font: Animal’s health