«La carne, los huevos y la leche son fuentes cruciales de nutrientes muy necesarios que no pueden obtenerse fácilmente de alimentos de origen vegetal»

Así lo afirma el reciente informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)

Conforme al estudio «FAO. 2023. Contribución de los alimentos de origen animal terrestre a dietas saludables para mejorar los resultados de nutrición y salud: una visión general de la evidencia y las políticas sobre el estado del conocimiento y las brechas» estos alimentos son especialmente importantes durante etapas críticas de la vida como el embarazo y la lactancia, la infancia, la niñez, la adolescencia y la vejez.

Es el análisis más completo realizado hasta la fecha sobre los beneficios y riesgos del consumo de alimentos de origen animal, y se basa en datos y pruebas procedentes de más de 500 artículos científicos y unos 250 documentos políticos.

  • El informe afirma que la carne, los huevos y la leche proporcionan una serie de macronutrientes importantes, como proteínas, grasas, hidratos de carbono y micronutrientes, que no se obtienen fácilmente de los alimentos de origen vegetal en la calidad y cantidad necesarias. Los alimentos de origen animal terrestre aportan proteínas de alta calidad, diversos ácidos grasos esenciales, hierro, calcio, zinc, selenio, vitamina B12, colina y compuestos bioactivos como la carnitina, la creatina y la taurina. También desempeñan un papel importante en la salud y el desarrollo.
  • La carencia de hierro y vitamina A son dos de las deficiencias de micronutrientes más comunes en todo el mundo, especialmente en niños y mujeres embarazadas. A escala mundial, más de uno de cada dos niños en edad preescolar (372 millones) y 1.200 millones de mujeres en edad fértil carecen de al menos uno de estos tres micronutrientes: hierro, vitamina A o zinc. Tres cuartas partes de estos niños viven en Asia meridional y oriental, el Pacífico y el África subsahariana.
  • Los alimentos de origen animal, consumidos como parte de una dieta adecuada, pueden ayudar a alcanzar las metas de nutrición adoptadas por la Asamblea Mundial de la Salud y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la reducción del retraso del crecimiento, la emaciación en niños menores de cinco años, el bajo peso al nacer, la anemia en mujeres en edad reproductiva, y la obesidad y las enfermedades no transmisibles en adultos.

Font: Rumiantes.com