Desde la entidad financiera de Países Bajos indicaron que los productores de la región oriental del continente ya están ejecutando estrategias para reducir sus emisiones, no obstante, es importante que reciban también el apoyo del mercado y los gobiernos.
De acuerdo con un análisis realizado por Rabobank, hacia 2030 la porcicultura en Europa Oriental podría reducir sus emisiones de carbono hasta 22% en comparación con los registros correspondientes a 2020, esto si se dan las condiciones propicias y mejoran las prácticas a lo largo de todo el sector.
Dichas medidas estarían relacionadas principalmente con los ingredientes de la nutrición de los cerdos, por lo que los productores deberán apostar por soya cuya cosecha no haya derivado en la deforestación, además de utilizar materias primas locales para reducir la contaminación por transportes.
También es importante apostar por formulaciones dietéticas con aditivos que propicien un mejor crecimiento de los animales y que tengan menores tasas de conversión alimentaria para eficientar su uso, lo que se traducirá en una menor huella de CO2.
A esto se debe sumar una gestión óptima del estiércol generado por los cerdos, ya que según sus estimaciones, las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que resultan de este desecho se pueden reducir hasta 90% con acciones como limpiar diariamente los pozos en donde se deposita.
Los porcicultores europeos ya están poniendo manos a la obra
En Rabobank destacaron que muchas de estas medidas ya están siendo implementadas ampliamente en la región, así como iniciativas acordes encabezadas, además de por los porcicultores y sus organismos, por empresas procesadoras e incluso la industria minorista.
Para aprovechar todo el potencial de las estrategias enfocadas en reducir la generación de GEI y fomentar su adopción a gran escala, es fundamental que tanto el mercado como los respectivos gobiernos ofrezcan incentivos a los productores que basen su trabajo en prácticas sostenibles.
Sin embargo, esto debe de ir acompañado de mecanismos para la medición de emisiones, con la finalidad de contar con un parámetro que pueda ser usado para ofrecer recompensas justas a cada productor en la cadena de suministro, según su desempeño.
Font: Porcicultura