BonÀrea distribuye un comunicado interno en el que alerta de la falta de producto en el mercado y pide a sus tiendas que limiten las ventas
La escalada continuada de los costes de producción, la crisis de suministros, el aumento del precio del pienso, intensificado tras la invasión de Ucrania, y la gripe aviar han provocado una escasez de huevos en Europa que, hasta ahora, España miraba de reojo. Pero la gravedad de la situación se ha traducido ya en el primer racionamiento de ventas en un supermercado español.
“Les informamos de que, desde hace varias semanas, existe una escasez general de huevos de consumo en el mercado, lo cual ha provocado un incremento en la demanda y, en consecuencia, en los precios de venta”. Así arranca el comunicado interno que la cadena de supermercados catalana BonÀrea ha distribuido entre sus tiendas de todo el país y al que ha tenido acceso EL MUNDO.
La empresa explica en la misiva, fechada a 9 de marzo de 2023, que, ante esta situación de escasez en el mercado, ha logrado incrementar el suministro a las tiendas en “aproximadamente un 25% sobre los volúmenes previstos”, pero admite que, aun así, se han encontrado con que “la demanda supera a la oferta disponible y es posible que se produzcan faltas en los pedidos“.
En este contexto, BonÀrea ha detectado que algunos clientes, a menudo no habituales, están realizando compras de grandes cantidades de huevos en sus tiendas. Algo que la empresa relaciona con el “importante diferencial en el precio” respecto a la competencia. En efecto, los huevos en los supermercados BonÀrea se encuentran, en estos momentos, entre los más baratos del mercado (a 1,80 euros la docena de talla L).
Esto está provocando, según advierte la compañía en la comunicación interna, “faltas de stock y que clientes habituales se queden sin poder realizar su compra”. “Para evitar enfados o malentendidos, es conveniente que realicen una gestión controlada del producto, manteniendo parte del stock en el almacén de la tienda y reponiendo durante el día”, recomienda a sus establecimientos.
Y aquí introduce la primera medida de racionamiento de huevos en un supermercado español, al fijar una compra máxima de 10 docenas por cliente. Una cantidad que se puede considerar elevada para un particular, pero que la empresa establece como límite “para poder asegurar que se mantienen unidades suficientes para atender a todos sus clientes”.
Precisamente, en el primer decreto de medidas para paliar el impacto de la guerra el Gobierno modificó la Ley de Ordenación del Comercio Minorista para permitir a los establecimientos comerciales limitar las unidades máximas por artículo que pueden ser adquiridos por cada consumidor en situaciones excepcionales, “cuando existan circunstancias extraordinarias o de fuerza mayor que lo justifiquen”. “Estas medidas deberán estar justificadas y se adoptarán de manera proporcionada cuando sea necesario para impedir el desabastecimiento y garantizar el acceso de los consumidores en condiciones equitativas”, reza la norma.
UN CASO “PUNTUAL”
Fuentes del sector de la distribución califican la situación de BonÀrea como un “caso puntual” y desde las principales cadenas de supermercados que operan en España descartan problemas de abastecimiento. Aunque sí reconocen “tensiones” en la producción de huevos por la crisis de suministros, agravada por la gripe aviar, sitúan el problema en los precios y no en la escasez de producto. No en vano, los precios en origen se han triplicado en el último año, pasando de 0,80 a 2,40 euros, y en el supermercado se han encarecido, en algunos casos, más del 40%.
Desde la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo) hacen un llamamiento a la calma. “En absoluto hay desabastecimiento”, aseguran fuentes de la patronal que piden “tranquilidad” a los consumidores ante el ‘caso BonÀrea’. “España es un país productor fuerte y uno de los grandes exportadores a Europa”, afirman. El mensaje que lanzan desde la organización empresarial, que constata la “estabilidad” de los contratos con la distribución, es de “tranquilidad absoluta”.
Font: El Mundo