Un estudio en el que han participado científicos españoles revela además que nuestra ganadería consume un 65% menos de agua.
En los últimos años venimos escuchando y leyendo en los medios de comunicación ciertas informaciones más o menos alarmistas referidas al sector ganadero. Se habla de la contaminación de la ganadería, del coste que supone para el planeta, de la cantidad de recursos que hay que invertir para poder producir un kilogramo de carne…
Sin embargo, científicos españoles han publicado recientemente un informe que viene a demostrar que esas ideas son erróneas. O al menos, no son completamente acertadas. El estudio se titula ‘Evaluación del impacto ambiental de las cadenas de producción de carne de vacuno que integran sistemas de pastoreo y sin tierra’. Este trabajo, publicado en la revista Animal, viene a arrojar luz sobre el impacto medioambiental de la ganadería de carne de vacuno en España.
La investigación, liderada por científicos de la Universidad Politécnica de Valencia como Fernando Estellés, destaca la necesidad de su realización, “ya que hasta ahora no se conocía el verdadero impacto de la ganadería de carne de vacuno en nuestro país”, afirma. Según Raisa Tinitana, otra de las científicas que ha participado en el informe, este estudio “permitirá sentar las bases para evaluar si los ganaderos en España están avanzando hacia el objetivo de neutralidad climática propuesto por la Comisión Europea para 2050”.
Uno de los hallazgos más destacados de esta investigación que ahora se da a conocer revela que la huella de carbono de la ganadería de vacuno en España por kilo de carne producida es un 66% menor que la media del planeta, si se contrasta con los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Manuel Laínez, otro de los científicos que ha participado en el estudio, subraya que esto se debe a la eficiencia del sistema de producción utilizado en la ganadería vacuna de España.
Además de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, los científicos han constatado otros puntos relevantes como que la huella hídrica que genera la producción de carne de vacuno en nuestro país es tan sólo de un tercio si se compara con la media mundial. Y otros aspectos que merece la pena destacar son los siguientes:
- Captura de carbono no contabilizada: La metodología que se utiliza actualmente para la medición de la huella de carbono no considera la captura de carbono realizada por los pastos donde está las vacas. Así, se calcula que el secuestro de carbono puede llegar a compensar el 60% de las emisiones de los animales en pastoreo. Tampoco se contempla otro aspecto positivo como el fomento de la biodiversidad de la ganadería de vacuno de carne en su impacto medioambiental.
- Competencia con la alimentación humana: El 92% de la alimentación que consume la ganadería de vacuno de carne en España no compite con la alimentación humana y el 8% restante principalmente cereales como la cebada o el maíz no ejerce presión sobre el aumento del precio de los alimentos.
- Eficiencia ganadera: Los sistemas de producción de carne de vacuno en España demuestra altos niveles de eficiencia en su sistema de producción, optimizando el uso de los recursos disponibles.
- Impacto de la eliminación de vacas en el planeta: La eliminación de vacas podría dar lugar a que otros herbívoros salvajes ocuparan su espacio, emitiendo gases de efecto invernadero de manera similar a los rumiantes actuales, pero sin contribuir a la alimentación del planeta.
El informe elaborado por Raisa Tinitana-Bayas, Neus Sanjuán, Elena Sanchís Jiménez, Manuel Laínez y Fernando Estellés marca un hito muy importante para poder conocer el verdadero impacto medioambiental de la ganadería de carne de vacuno en España, donde la eficiencia y la sostenibilidad son sellos de identidad.
Font: El Español