El país azteca ha modificado los requisitos por los que las empresas exportan estos productos
El sector cárnico teme que los cambios introducidos por México en cuanto a importaciones españolas perjudiquen al cerdo ibérico y a los jamones curados y serranos. Así lo ha expresado en varias ocasiones a sus asociados la patronal Anice, que ha contactado con el Ministerio de Agricultura para tratar de negociar con aquel país la posibilidad de que los cambios no se apliquen de forma retroactiva o se permita una moratoria.
El origen de los cambios puestos en marcha por México tiene lugar en las auditorías que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) realizó durante el año pasado, tras las que decidió eliminar el sistema de prelistado que hasta entonces estaba en vigor y que permitía a empresas especializadas, entre otros, en carne y productos cárnicos de porcino, exportar al país sin necesidad de que las autoridades mexicanas realizaran antes una auditoría ‘in situ’ de los establecimientos interesados en vender allí sus productos.
En un documento enviado a las compañías interesadas a exportar a México en diciembre del año pasado, el Ministerio de Sanidad resumía que «esta pérdida del prelistado ha venido motivada por incumplimientos específicos de la normativa mexicana y por observaciones del sistema que requieren establecer directrices de control oficial en relación a las partidas destinadas a la exportación».
En ese mismo documento, Sanidad avisaba de que conforme a las directrices establecidas por las autoridades del país azteca, «los establecimientos que no han sido auditados disponen de una prórroga provisional para exportar a México hasta el 30 de abril de 2023». No obstante, para que estas empresas mantuvieran la autorización debían activar la renovación en la lista tres meses antes de que expirara la vigencia. El proceso de renovación de la autorización implica un proceso de «revisión y evaluación» del establecimiento por parte de las autoridades españolas y sólo aquellos establecimientos con dictamen favorable son propuestos para la auditoría de renovación, que es efectuada directamente por las autoridades de Senasica. La permanencia en el listado de México quedó desde ese momento supeditada a una auditoría favorable
de este servicio.
El proceso conlleva unos «trámites y plazos imposibles», apuntan fuentes del sector, que han llevado a las patronales a solicitar negociaciones con el país mesoamericano «al máximo nivel » para evitar el impacto de estos cambios en sus cuentas. No en vano, alertaba Anice en un comunicado enviado a sus asociados consultado por ABC, «esto interrumpirá de forma abrupta el comercio de jamones ibéricos y curados con México, que es el tercer destino en volumen de nuestras exportaciones de jamones serranos e ibéricos».
Impacto en toda la cadena
En el boletín que envía de forma periódica a sus asociados –más de 600 empresas del sector cárnico–, Anice reprocha que México exige ahora que toda la cadena de establecimientos que intervienen en el proceso de producción (matadero, sala de despiece e industria elaboradora), deben estar autorizados para exportar a ese destino, «cuando anteriormente exigía únicamente la autorización del elaborador final».
Además, «esta nueva exigencia implica que todos los jamones ibéricos y curados que han sido elaborados, o se están elaborando con materia prima procedentes de establecimientos que no estaban en la lista de México, no pueden ya ser exportados a ese destino. Al igual que los productos que se elaboraron a partir de establecimientos que estuvieron autorizados en su momento y que ahora ya no lo están», resume la patronal cárnica, que ya en marzo solicitó negociar con México «para permitir la no aplicación retroactiva de esa exigencia, o una moratoria a la misma».
En estos momentos, apuntan fuentes de Anice consultadas por este periódico, el Ministerio de Sanidad está procediendo a una revisión de la lista de exportadores. El proceso culminará con la revisión de las autoridades mexicanas, prevista a finales de año. «Actualmente es difícil medir un posible impacto de las consecuencias de la revisión de las autorizaciones porque muchas empresas están exportando normalmente, tal como lo venían haciendo, y habrá que ver el resultado final de la revisión del Ministerio de Sanidad», explican.
Según un estudio publicado por el Icex en septiembre de 2019 sobre el mercado de la carne de cerdo en México, «la producción local de jamón serrano y de embutidos curados es muy pequeña, por lo que la mayoría del producto es importado». Según Anice, las exportaciones de jamones y paletas curadas han crecido un 12.3% en los últimos cinco años, «un buen resultado que nos anima a seguir impulsando el gran recorrido que tienen estos alimentos». En el caso concreto de México, España exportó 2.326 toneladas el pasado año de estos productos, por un valor aproximado de 27 millones de euros, lo que sitúa a este país entre los principales destinos del mundo.
Servicios de maquila
Con el asunto sin resolverse todavía, la patronal cárnica ha movido ficha y ha informado a sus asociados de una de las fórmulas que maneja para evitar este bloqueo. Uno de los asociados de Anice, un secadero de jamón autorizado para la exportación a países terceros (entre ellos, EE. UU. y México), ha ofrecido servicios de maquila a interesados en producir jamón para estos u otros países terceros que no cuenten con las autorizaciones. «En sus instalaciones es posible realizar todo el proceso de elaboración del jamón, desde salazón y curación de las piezas, hasta el deshuese y loncheado de las mismas. Por lo que respecta a México, ya cuenta con el informe favorable del Ministerio de Sanidad en el actual procedimiento de renovación de la lista», desvela Anice.
Font: ABC