Los elevados costes de producción que aún soporta la cadena de producción agroalimentaria han hecho que el sector del porcino blanco dispare un 9,1 % su facturación por las ventas al exterior en 2023 y ha superado por primera vez los 9.000 millones de euros.

Sin embargo, se vendió un 4,44 % menos de producto en volumen, algo que ha afectado ligeramente a su competitividad.

El director de la interprofesional del cerdo de capa blanca (Interporc), Alberto Herranz, y el responsable de Internacional de esta asociación, Daniel de Miguel, han presentado este martes en rueda de prensa los principales datos sectoriales de 2023.

Fue un ejercicio en el que el valor de esas exportaciones a terceros destinos alcanzó los 2,8 millones de toneladas y, por primera vez, se rebasaron los 9.000 millones de euros en facturación.

De Miguel ha reconocido que “gran parte” de ese encarecimiento del producto se debe “a la subida de los costes de producción”, aunque también entra en juego una mayor exportación de productos de mayor valor añadido, como jamones y paletas curados.

Es una tendencia comercial que ya comenzó en 2022, que se ha consolidado en 2023 y que, según De Miguel, ha hecho perder “cierta competitividad” en el comercio internacional frente a otros países que “no apuestan tanto” por aspectos relacionados con el bienestar animal y la sostenibilidad.

Aún así, España siguió siendo el año pasado la segunda potencia exportadora, por detrás de Estados Unidos, según ha recordado.

De hecho, el saldo de la balanza comercial exterior arrojó un superávit de +8.409 millones de euros el año pasado.

Descienden los principales parámetros.

Más allá de las exportaciones, el balanza de Interporc recoge un descenso en los principales índices económicos en 2023.

Así, el número de granjas de porcino retrocedió un 2,35 % anual en 2023, quedándose en las 83.550 explotaciones; el censo de cabezas de ganado cedió un 1,99 % (30,06 millones de cerdos); y la producción de carne retrocedió casi un 3 %, con 4,88 millones de toneladas obtenidas.

Para Herranz, estos datos “confirman el panorama de redefinición de la estructura productiva” de este sector.

También cree que estos datos confirman que el sector trabaja “con convicción” en la construcción de “cimientos sólidos” de cara al futuro para avanzar en producciones “sostenibles y adelantarnos” a las demandas en materia de bienestar animal o de protección medioambiental.

A nivel internacional, Herranz espera que China “vuelva a recuperar” sus niveles de demanda a lo largo de 2024.

El objetivo de Interporc es “seguir fortaleciendo ese mercado” y buscar diversificación en otros destinos.

Además, apuesta por potenciar el consumo de la proteína animal y por “hacer frente a la normativa” de la Unión Europea porque es “un fábrica” de elaborar “reglamentos”.

“Hemos vivido durante muchos años” esa presión normativa que “nos ha hecho ser competitivos” pero “llega un momento en el que hay que mirar hasta dónde ponemos el listón”.

Lo ha dicho en el contexto de las protestas de los agricultores que reclaman precisamente una relajación de las políticas comunitarias y Herranz ha aprovechado la ocasión para solidarizarse con los productores en sus reivindicaciones.

Ha añadido que el sector no teme ni tiene “ninguna preocupación” sobre el abastecimiento de productos en los lineales, que lo ve asegurado a pesar de las protestas.

Font: Agrodiario