Ayer todos amanecíamos con la peor de las noticias. Vladimir Putin iniciaba una “operación militar especial” en Ucrania con el objetivo de “desmilitarizar” el país. Sin olvidar las consecuencias humanitarias y políticas que van a surgir a raíz de este conflicto, se teme que la ofensiva que inició ayer por la madrugada Rusia agrave aún más la crisis de las materias primas, y la ganadería, tal y como alertan desde UPA se verá afectada.
A parte del gas y el petróleo, Ucrania es un importador muy importante de materias primas de alimentación animal, y en especial del maíz, según nos explica Jorge de Saja, director general de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos (CESFAC).
El maíz, clave para la alimentación de nuestro ganado
España importa de media 15 millones de toneladas de cereales. De ellas, tal y como nos aclara el director general CESFAC, “el 30 % del maíz que España importa en todo el año viene de Ucrania, pero la mayor parte de este maíz lo importamos en el primer semestre del año” y esta guerra se está produciendo “en el semestre en que toda la industria europea de alimentación animal es muy dependiente del maíz ucraniano”, siendo el mes de febrero el mes donde se concentra la mayor actividad.
Por ello, desde UPA, consideran que “debe articularse un plan para evitar un potencial desabastecimiento y frenar la escalada de los piensos”.
Hay para seis semanas de suministro
“Hasta ayer por la mañana se traían barcos” desde el puerto de Odesa (Ucrania), el puerto de referencia de salida del Mar Negro para alimentación de ganado, pero “ayer hubo un incidente con un barco que iba a Rumanía cargado de maíz y lo cerraron, por lo que a día de hoy ya no viene nada más, ni sabe cuándo va a venir”, nos confirma el director general CESFAC.
Según los cálculos de CESCFAC “a día de hoy hay suficiente materia prima para atender a las necesidades de alimentación del ganado en España para 4-6 semanas”, por lo que “no debería haber problema de suministro durante todo el mes de marzo y hasta entrado abril”.
No se espera una subida inmediata de precios
“El pienso que está ahora fabricándose, en su mayor parte está hecho con precios de materias primas que son altos, porque llevamos 18 -20 meses con subidas de los costes de alimentación del ganado, pero no van a subir ahora inmediatamente por el tema de Ucrania. Tenemos todavía unas semanas de juego”, asegura De Saja.
En opinión del director general CESFAC los costes de alimentación del ganado “no empezarán a subir, por lo menos, hasta dentro de un par de semanas, porque hay todavía físico y porque gran parte ya se ha comprado a un precio alto, aunque no al precio que se han puesto ayer y hoy. Están absolutamente increíbles. No habíamos visto subidas tan gordas en porcentaje desde que cayeron las torres gemelas”.
Ante esta situación, señala, “la gente, si puede evitarlo, no está comprando y van a esperar a ver si los mercados se relajan. Lo que vaya a pasar en los mercados de las materias primas de alimentación de los ganados se van a ver en los próximos días, según los escenarios”.
“Aunque deberíamos ser prudentes y esperar unos días antes de alarmarnos” está claro que el conflicto va a repercutir más o menos en el precio de las materias primas y “lo vamos a notar en unos días o semanas, a día de hoy la gente está evitando comprar. Está todo parado”.
Una tormenta perfecta
Jaume Bernis, responsable de Ganadería de COAG, ha puesto como ejemplo que en porcino el 70 % del coste de producción corresponde a los piensos, por lo que si el suministro de maíz ucraniano se paraliza, aumentaría la subida acumulada del 32 % que ya ha registrado el alimento para el ganado desde hace unos meses. “El agua no llega, empieza la crisis de Ucrania, es la tormenta perfecta para los márgenes del ganadero, que además están sufriendo ya un importante alza de los precios de la energía”, ha sentenciado.
Es por ello que desde UPA reclaman “un plan proteico ambicioso para que Europa sea más autónoma en materia de producción de piensos. Es imprescindible apoyar la producción de leguminosas adaptadas a las características climáticas, tanto para consumo humano como animal. En cuanto a las previsibles sanciones a Rusia que aplicará la UE, la contestación por parte de Rusia también podría ser dañina para el sector agroalimentario”, constatan.
Font: Revista Cárnica