Desde el pasado jueves 239 municipios de Cataluña, con alrededor de seis millones y medio de habitantes, han entrado en emergencia por la dura sequía que vive la región desde hace meses. En esta fase, el límite de consumo de agua para cada municipio es de 200 litros por habitante y día.

En lo que respecta a las explotaciones ganaderas que se encuentren dentro de las zonas más afectadas, la normativa dice que deberán reducir su consumo de agua en un 50 %.

Esta última medida ha generado cierto malestar, ya que muchas explotaciones carecen de recursos para realizar inversiones rápidas que mejoren la eficiencia de sus instalaciones y tampoco entienden que otro tipo de industrias que consumen mucha agua deban reducir su consumo simplemente un 25 %.

Cierta tranquilidad

Desde este medio nos hemos puesto en contacto con diversas empresas de la zona y, aunque hay algunas que se encuentran más preocupadas que otras con toda esta situación, la totalidad de ellas coincide en afirmar que no ven un peligro inmediato sobre la integridad de sus animales.

Además, muchas de ellas apuntan que dentro de sus instalaciones cuentan con pozos independientes que les permite sobrellevar toda esta situación con algo más de solvencia.

A pesar de todo, también buena parte de ellas está de acuerdo en que las mayores repercusiones se podrán encontrar en la reducción del número de animales, ya que no contemplan tener que sacrificar una cantidad mayor de ellos por la falta de agua, pero seguramente la reposición será más baja de lo normal y esto repercutirá con el tiempo en la cabaña de las zonas más afectadas.

Por otro lado, otro tipo de empresas del sector consultadas por este medio y que se dedican a la fabricación de maquinaria y equipos para la industria cárnica se muestran igualmente preocupadas por la situación y por cómo les pueda estar afectando a algunos de sus clientes, pero no lo están tanto por la alteración que suponga para sus empresas, ya que la mayoría de ellas no necesita de apenas agua para poder desarrollar su actividad.

Peticiones institucionales

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha destacado durante su intervención de la entrada en vigor de este plan excepcional, la gran implicación de los sectores de la agricultura y la ganadería, a quien ha pedido “un esfuerzo complementario, al que es necesario que se sumen otros sectores productivos”.

Ha añadido además que “el conjunto de este esfuerzo, junto a las inversiones sobre la activación del agua proveniente de desalinizadoras y de la regeneración, nos ha permitido que la activación de la fase de emergencia en el sistema Ter-Llobregat se haya retrasado 15 meses”.

“El esfuerzo conjunto nos permitirá superar la situación y sobre todo ganar un futuro en el que Cataluña sea mucho más resiliente ante el cambio climático y podamos seguir mirando el futuro con voluntad de prosperidad compartida y de garantía de derechos para todos”.

Diferentes asociaciones sectoriales consultadas se muestran también preocupadas por la duración que tendrán todas estas medidas y el estrés que pueda suponer para nuestras industrias. De momento, las sensaciones no son muy positivas ante lo que pueda acontecer, pero lo que es seguro, es que los próximos meses serán cruciales para ver en qué situación se llega al verano.

Font: Revista Cárnica