El valor de las exportaciones creció un 11% durante el último ejercicio, pese a experimentar un ligero descenso en el volumen de las ventas.

La carne española sigue siendo uno de los productos nacionales más valorados lejos de nuestras fronteras. Así lo corroboran los datos de exportaciones recogidos por ICEX España Exportación, entidad dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que registró en 2022 un incremento del valor de las ventas de productos cárnicos españoles en el extranjero de un 11,4% respecto al año anterior, situándose en los 10.649 millones de euros. Y todo ello, a pesar del ligero descenso registrado en el volumen de las exportaciones, del 5,4%, alcanzando un total de 3,4 millones de toneladas de carne (unas 200.000 menos).

La lectura conjunta de ambos datos, pese a la caída en la cantidad de producto exportada, da una idea clara de la buena salud de la que goza la industria fuera de España. Tal como indica Guiseppe Aloisio, adjunto al secretario general de la Asociación de Industrias de la Carne de España (Anice), «durante la última década, la carne española se ha situado a la vanguardia del comercio exterior de alimentación y bebidas y ha mantenido durante este tiempo la primera posición dentro de los sectores exportadores de la misma». María Naranjo, directora de la Industria Alimentaria de ICEX, incide en esta idea ofreciendo datos mucho más concretos: «En los últimos 10 años, el valor de las exportaciones cárnicas españolas ha crecido en un 147% y la cantidad exportada ha subido en un 108,1%. Todo ello demuestra una tendencia claramente positiva de la evolución de nuestras exportaciones, ya que se consolida la valoración de la alta calidad y diversidad de nuestras carnes en los mercados internacionales»

La competitividad del sector cárnico en el extranjero queda también confirmada cuando se analizan por separado los diferentes subsectores que lo integran. El cerdo, que en cifras absolutas sigue siendo el producto estrella, es quizás el que ha obtenido peores registros durante el último año y medio. «Las ventas a China, país de destino por excelencia del porcino español, han disminuido desde la segunda mitad de 2021 como consecuencia de la paulatina recuperación de su cabaña ganadera y de la producción local, una vez superada la situación coyuntural interna de fiebre porcina africana», explica Aloisio. En todo caso, añade, «sigue siendo nuestro principal destino, con 720.320 toneladas de carne y preparaciones de porcino exportadas en 2022».

Pese a los resultados del mercado chino, España ha conseguido amortiguar relativamente el golpe. Según los datos de Interporc Spain, la interprofesional del Cerdo de Capa Blanca, se han exportado 2,7 millones de toneladas, solo un 5,2% menos que el ejercicio anterior. No en vano, como remarca María Naranjo, pese a las circunstancias adversas, «el sector porcino sigue liderando las exportaciones del sector cárnico, con cerca del 65% de las exportaciones globales de la industria».

El vacuno también ha encontrado trabas en el exterior a lo largo de 2022. Uno de los principales destinos de esta carne, Argelia, ha suspendido su importación debido a la nueva posición del Gobierno de España en relación con el Sáhara Occidental y el nuevo marco de relaciones con Marruecos. «El sector ha sido capaz de encontrar nuevos mercados para acomodar las cerca de 20.000 toneladas al año que se vendían en ese país», señala José Ramón Godoy, director de Internacional de Provacuno, la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno de España. Además, «se consolidan mercados como Canadá, Indonesia, Vietnam, Marruecos o Reino Unido y se aprecia un fuerte crecimiento en países de reciente apertura de fronteras, como Japón, Filipinas o el área del Golfo».

La carne de cordero también ha experimentado un crecimiento importante en estos mismos mercados. Como apunta Tomás Rodríguez, director de Interovic, la Organización Interprofesional que representa los intereses de la industria del Ovino y Caprino de Carne, «los países del Golfo Pérsico representan el segundo importador más importante de la industria tras Francia, ya que el cordero está dentro de lo permitido por la cultura árabe, lo que se conoce como comida halal». Asimismo, Godoy va un paso más allá: «La totalidad de nuestras empresas exportadoras mantiene un porcentaje elevado de carne certificada como halal debido a la creciente demanda de este tipo de producto en países árabes, no solo en el área del Golfo, sino en la mayor parte de Asia, donde la comunidad musulmana se encuentra muy arraigada».

La industria vacuna todavía no cuenta con registros oficiales de la evolución de las ventas en el comercio exterior durante 2022, pero desde Interovic sí manejan algunas estimaciones que apuntan a un crecimiento similar al global del sector cárnico: de enero a noviembre de 2022, los ingresos por exportaciones ovinas crecieron un 8%respecto al año anterior, pasando de 261 a 281 millones de recaudación. «A esto hay que sumar que se ha conseguido aumentar en un 18% el valor percibido por kilo, pasando de 5,22 euros a 6,70 euros. El consumidor internacional es consciente de la calidad del cordero español», agrega Rodríguez.

APERTURA DE MERCADOS

Al igual que el vacuno, el ovino ha encontrado en Japón un nuevo nicho que explica en gran medida el aumento del valor de sus exportaciones. El nipón es un mercado incipiente, al que comenzó a llegar la carne española de cordero a partir de 2020, pero, como indica Rodríguez, «el año pasado los exportadores ovinos ya facturaron casi 600.000 euros».

Una de las razones del crecimiento fulgurante de esta industria es el poder adquisitivo del ciudadano medio japonés: «La carne española tiene un precio superior a la de sus competidores de países del hemisferio sur, pero el consumidor japonés aprecia la calidad del producto y no le importa pagar más por él», añade.

El éxito de la carne española en países como Japón también se debe, en parte, por la existencia de una cita como Meat Attraction. Desde su segunda edición, cuenta con un Programa de Invitados Internacionales, iniciativa que ha servido como herramienta de apertura y permitido a los exportadores conocer a fondo mercados como el mexicano, el chino, el canadiense o el ya mencionado japonés.

«Los países los selecciona el comité de Meat Attraction y el objetivo es que, por un lado, nos informen sobre la situación de su mercado cárnico y, a su vez, resolver cuestiones burocráticas pendientes», aclara Miguel Huerta, secretario general de Anice. «Se trata de una colaboración público-privada con la Administración española en la que todos ganamos».

Los países invitados en esta edición son Reino Unido, el primer destino de productos cárnicos españoles como el jamón serrano o los embutidos y el quinto mayor receptor de porcino, y Filipinas, cuyo principal suministrador de carne de cerdo es España. Su visita servirá, entre otras cosas, para aclarar a exportadores e importadores cómo queda la situación en las fronteras conforme avanza el Brexit o para intentar establecer entre España y Filipinas un protocolo de exportación para la carne de cordero que aún no existe.

Iniciativas como esta permiten mostrar a los importadores los motivos de la buena reputación de la carne española. La calidad y los estándares de seguridad alimentaria han permitido que ya esté presente en más de 100 mercados, liderando muchos de ellos. El objetivo de la industria es que esta cifra siga creciendo.

DESVENTAJAS Y BENEFICIOS DEL ‘BREXIT’

Por su parte, los productos británicos estarán sujetos a similares restricciones a la hora de cruzar las fronteras de la UE. Esta es una buena noticia para la industria ovina española, ya que la británica es una de sus principales competidoras en los mercados francés o italiano.

Font: El Mundo