La encefalopatía espongiforme bovina (EEB), comúnmente conocida como la enfermedad de las vacas locas, es una de las encefalopatías espongiformes transmisibles (EETs) que afecta al ganado bovino
El Gobierno de los Países Bajos ha identificado un caso de encefalopatía espongiforme bovina, comúnmente conocida como “enfermedad de las vacas locas”, en un cadáver de vaca.
La vaca infectada “no entró en la cadena alimentaria y no representó un riesgo para la seguridad alimentaria”, ha asegurado Piet Adema, ministro de Agricultura, Naturaleza y Calidad Alimentaria de Países Bajos.
La encefalopatía espongiforme bovina (EEB) es una de las encefalopatías espongiformes transmisibles (EETs) que afecta al ganado bovino. Al igual que las otras enfermedades del grupo de las EETs, se caracteriza por la degeneración del tejido cerebral, lo que conduce a la muerte del individuo.
Según han informado las autoridades, han sellado la granja afectada, cuya ubicación no se dio a conocer, y están tratando de rastrear la fuente de la infección.
Cualquier descendencia, así como los animales que habían crecido con la vaca o los que habían compartido el mismo alimento “están rastreados y sacrificados”, agregó.
Los servicios veterinarios holandeses están analizando si se trata de una variante “clásica” o “atípica” de la enfermedad.
La forma clásica se transmite cuando los ganaderos alimentan al ganado con harina de carne y huesos de animales muertos e infectados, mientras que la forma atípica se presenta esporádicamente en vacas de mayor edad.
Países Bajos reportó su último caso de la variante “atípica” en 2011. Se han notificado 88 casos de EEB clásica en los Países Bajos desde 1997.
La enfermedad de las “vacas locas” apareció por primera vez en Gran Bretaña en la década de 1980 y se extendió a muchos países de Europa y de todo el mundo, lo que provocó la alarma de los consumidores y provocó una crisis en la industria de la carne de vacuno.
Font: Diario veterinario