En 2025, el mercado mundial de la carne enfrenta importantes transformaciones según apunta el último informe sobre las perspectivas mundiales de la proteína animal elaborado por Rabobank.

Según se publica en el informe, la carne de vacuno y porcino presentará dinámicas opuestas en un año marcado por las incertidumbres económicas y geopolíticas.

Para Rabobank, 2025 será un punto de inflexión para los mercados globales de proteínas animales, con un crecimiento desigual entre las principales categorías de carne.

Contracción en vacuno y leve recuperación en porcino

Rabobank prevé que la producción mundial de carne de vacuno se contraerá en 2025, tras años de crecimiento sostenido. Las principales regiones productoras, como Brasil y América del Norte, experimentarán retrocesos, con una contracción del 1 % en el caso de Brasil.

Por el contrario, la carne de cerdo, que había mostrado un crecimiento destacado entre 2021 y 2023 gracias a la recuperación tras la peste porcina africana, crecerá marginalmente un 0,1 %. China será un mercado clave, con un leve repunte tras su desempeño negativo en 2024.

El pollo: un punto de estabilidad

La producción de carne de aves de corral continuará creciendo de forma constante, consolidándose como la categoría más resiliente entre las proteínas animales terrestres.

Este crecimiento moderado, señalan, ayudará a mitigar las caídas en vacuno y el débil avance del porcino, especialmente en regiones como el Sudeste Asiático y la Unión Europea, que enfrentarán una desaceleración en su producción cárnica.

Retos y factores determinantes

Entre los factores que influirán en la producción y comercio cárnico en 2025 destacan las políticas gubernamentales y los cambios macroeconómicos. Las medidas proteccionistas, aranceles y costos comerciales derivados de la geopolítica podrían impactar significativamente el comercio de carne. Además, los conflictos militares y tensiones en el transporte marítimo añadirán volatilidad al mercado.

La industria también se enfrenta al desafío de reforzar la bioseguridad para gestionar enfermedades como la peste porcina africana. Las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, la genética avanzada y el desarrollo de vacunas, serán esenciales para garantizar la estabilidad en la producción.

Sostenibilidad y regulación

La sostenibilidad seguirá siendo un eje central para la industria cárnica, con regulaciones más estrictas y demandas crecientes de los consumidores. Rabobank insta a las empresas del sector a prepararse para un mayor nivel de transparencia en los reportes y a buscar sinergias entre normativas climáticas y tecnologías emergentes para hacer frente a estos retos globales.

Font: Revista Cárnica