Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, tras hacer un balance del año 2022 en el sector porcino, incide en que los costes de producción se han disparado en el último ejercicio y pide más apoyo por parte de la Administración para poder aplicar a ayudas que atenúen ese aumento.
Unión de Uniones denuncia que, si bien los precios en lonja subieron el pasado año un 17%, el capítulo de la alimentación de los animales lo hacía en un 37%, lo que supone una evidencia de que los productores no sacan rentabilidad por su carne. La organización destaca que la alimentación representa un 70% del total de costes de producción de una granja tipo y esta es asumida por las granjas no integradas. En el caso de granjas integradas, Unión de Uniones recalca que también han vistos multiplicados sus costes de producción, principalmente en materia de energía (electricidad, calefacción en granjas con lechones…).
En este sentido, Unión de Uniones reclama que a nivel estatal se ha dejado al sector fuera de las ayudas destinadas a paliar las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania e insta a la administración a brindar más apoyo. “Podemos estar un poco, como se suele decir, a verlas venir, pero no eternamente, como parece que nos quieren dejar”, se lamentan desde la organización. “La alimentación de nuestros animales representa una parte importante de nuestra actividad, pero también está el tema de la energía. Todo va sumando”, añaden.
La PPA acentúa los problemas
Por otra parte, Unión de Uniones se muestra preocupada por el avance de Peste Porcina Africana (PPA) en Europa. A pesar de que en España aún no se ha detectado ningún foco de la enfermedad, la evolución en países vecinos mantiene, como por ejemplo la nueva aparición de la enfermedad en Grecia, indica que la situación sigue siendo preocupante.
Según datos del informe del MAPA sobre la situación de PPA (con datos de 7 de noviembre 2022) los países con el mayor número de focos declarados son Polonia con 1.543 focos en jabalí y Rumanía con 284 en cerdo doméstico declarados, pero los focos detectados en la frontera alemana con Francia y los casos de Italia de principios de 2022 hacen que el sector se encuentre en tensión.
Unión de Uniones pide mayores controles en aeropuertos, puertos y carreteras para evitar saltos de la enfermedad, así como de los propios jabalíes, en muchos casos, transmisores de la enfermedad. De cara a reducir el riesgo de entrada de esta enfermedad, pero también de muchas otras, propone que el Ministerio coordine una política para reequilibrar el número de granjas de cebo con el de madres, con lo que se vería reducido la importación de animales vivos, con los perjuicios sanitarios y de bienestar que ello conlleva.
Ley de Integración
Por otra parte, reclama voluntad política para sacar adelante una Ley de Integración para diversos sectores ganaderos, ya que, si bien se carga en la normativa actual de responsabilidades al ganadero, cuando se está integrado el ganadero no tiene capacidad de decisión sobre muchas acciones, pero sí asume responsabilidades y sanciones que, a juicio de Unión de Uniones, no deberían corresponderle. La organización se reunió con la SG de Producciones Ganaderas del Ministerio a quien le trasladó todos estos temas además de su posición en cuanto a la necesaria reforma de la ordenación del sector.
En este sentido, Unión de Uniones puso de manifiesto que se deben adaptar las exigencias medioambientales a las granjas a la realidad productiva. “Por ejemplo, no tiene ningún sentido que te obliguen a construir balsas de purines con los volúmenes del Real Decreto cuando los organismos de investigación autonómicos están demostrando que los animales producen actualmente hasta un 30% menos, nos obligan a gastarnos un dinero que no tenemos en cosas que vamos a infrautilizar, sobre todo a las granjas medianas y pequeñas con menos recursos”, critican.
Font: Interempresas