La industria porcina española podría llegar a perder una gran parte de su negocio en México, uno de sus mercados más importantes. Después de que el año pasado el país azteca cuestionara la calidad de la carne española y obligará a pasar nuevos controles, la situación parece enquistarse. Después de que se decidiera establecer tabla rasa para todas las empresas, 130 se apuntaron para poder exportar carne. El ministerio de sanidad ha suspendido a dos de cada tres mataderos, y del solo un tercio, unas 43 empresas, han conseguido pasar la primera criba para poder exportar de nuevo.
Ahora, las plantas aprobadas, deberán ser auditadas in situ por las autoridades sanitarias mexicanas, que considerarán si estas plantas de producción cumplen los requisitos higiénicos y sanitarios para exportar al país. No obstante, todavía no hay fecha para cuando se harán.
Necesidad de ampliar el plazo
El último comunicado interno emitido por Anice (la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España), y al que ha tenido acceso elEconomista.es, alerta de su preocupación y pide “solicitar a las autoridades mexicanas una ampliación del plazo concedido, dado lo riguroso y complejo del proceso que se está siguiendo por las autoridades españolas para garantizar que los establecimientos seleccionados cumplan todos los requisitos demandados por México”.
La patronal reclama “confeccionar una única lista de establecimientos a presentar a las autoridades mexicanas, para lo cual es urgente la comunicación a las empresas de las no conformidades detectadas”. Dicho comunicado también exige “organizar una jornada informativa para los establecimientos con el cuestionario a subsanar, con objeto de focalizar los puntos débiles comunes detectados y que estos puedan adoptar las medidas correctoras oportunas”. Las dificultades, no obstante, van en aumento porque se habrían detectado además problemas de trazabilidad.
De hecho, Anice reconoce en uno de sus informes que “desde el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación informan que últimamente son bastantes los contenedores que se exportan a México con certificados de exportación en los que se indican números de lotes no correspondientes con los lotes exportados que aparecen reflejados en las etiquetas”. Esto es un problema ya que en caso de problemas sanitarios es imposible rastrear la procedencia de los lotes.
Estándares de calidad
Según un comunicado de principios de enero, la patronal cárnica apunta los factores que se tendrán en cuenta para las auditoria como “el nivel de exigencias de los mercados de destino, número de actividades que se desarrollan, historial previo, identificación de potenciales problemas, y si la empresa exporta o no a ciertos mercados, ya que es difícil que os operadores que no están exportando mantengan los requisitos y procedimientos que requieren algunos destinos de exportación”.
En el mismo documento Anice asegura de forma textual que “se solicitó un mayor diálogo con el sector a la hora de definir procedimientos y consensuar criterios de actuación“. Además, el documento asegura que “desde el Ministerio de Sanidad se pidió a las empresas ‘cuidar todo el entorno exportador’, y se manifestó que contarán con el sector para favorecer una evolución ‘en positivo’ de nuestro comercio exterior, quedando abiertos a nuestras aportaciones y sugerencias”.
Font: El Economista